NO A LA GUERRA
(¿Se creen que somos tontos?)
Es normal oir el “NO” a la guerra contra Irak alegando todo tipo de razones éticas: que si es una guerra económica (¿Alguna no lo es?)…., que si es una guerra imperialista…, que si tal y que si cual…., pero se esgrimen poco las razones “estéticas”, es decir las fórmulas del engaño en lo que se ha convertido este circo de la muerte: es repulsivo y perverso la forma de presentarnos el hecho de “tener que hacer la guerra”, alegando todo tipo de razones humanitarias, sociales, estratégicas y eludiendo en todo momento la verdad, la realidad y los hechos. Y por eso el resultado de todo es obvio: Es también una guerra contra nuestra inteligencia, contra nuestra capacidad de pensamiento y de análisis. En realidad nos han creído absolutamente idiotas y nos han ofrecido unos “camelos” pseudohumanitarios para que todo el mundo se viera obligado a pasar por el aro…. Y es que todavía no han comprendido que los pueblos no somos tan tontos como muchas veces les parecemos…
¡NO AL ENGAÑO!
¡NO A LA MATANZA!
¡NO A LA GUERRA!
Y, desde la orilla del Cantábrico, orlado por una luctuosa corona que une en un negro abrazo los mares desde el norte de Portugal hasta el sur de Francia, símbolos ahora de los intereses que “asfaltan” el camino a la guerra:
¡¡¡NUNCA MÁS!!!
(¿Se creen que somos tontos?)
Es normal oir el “NO” a la guerra contra Irak alegando todo tipo de razones éticas: que si es una guerra económica (¿Alguna no lo es?)…., que si es una guerra imperialista…, que si tal y que si cual…., pero se esgrimen poco las razones “estéticas”, es decir las fórmulas del engaño en lo que se ha convertido este circo de la muerte: es repulsivo y perverso la forma de presentarnos el hecho de “tener que hacer la guerra”, alegando todo tipo de razones humanitarias, sociales, estratégicas y eludiendo en todo momento la verdad, la realidad y los hechos. Y por eso el resultado de todo es obvio: Es también una guerra contra nuestra inteligencia, contra nuestra capacidad de pensamiento y de análisis. En realidad nos han creído absolutamente idiotas y nos han ofrecido unos “camelos” pseudohumanitarios para que todo el mundo se viera obligado a pasar por el aro…. Y es que todavía no han comprendido que los pueblos no somos tan tontos como muchas veces les parecemos…
¡NO AL ENGAÑO!
¡NO A LA MATANZA!
¡NO A LA GUERRA!
Y, desde la orilla del Cantábrico, orlado por una luctuosa corona que une en un negro abrazo los mares desde el norte de Portugal hasta el sur de Francia, símbolos ahora de los intereses que “asfaltan” el camino a la guerra:
¡¡¡NUNCA MÁS!!!
